domingo, 4 de septiembre de 2016

Carga de Entrenamiento

Cualquier actividad física realizada por un atleta conduce alteraciones anatómicas, fisiológicas, bioquímicas y psicológicas. La eficacia de dicha actividad resulta una función de su duración, distancia, y cantidad de repeticiones (volumen), la carga y la velocidad (intensidad) y la frecuencia de realización (densidad).


Volumen

Como componente principal del entrenamiento, el volumen constituye el requisito previo cuantitativo vital para los altos logros técnico-tácticos y especialmente físicos. El volumen, que a veces se le llama duración del entrenamiento, comprende las siguientes partes:


  1. El tiempo o la duración del entrenamiento.
  2. La distancia recorrida o el peso levantado por unidad de tiempo.
  3. La cantidad de repeticiones de un ejercicio o elemento técnico ejecutado en un tiempo dado.

     
Intensidad

La intensidad junto con el volumen y la densidad resulta uno de los componentes más importantes del entrenamiento. La misma se refiere a la calidad del trabajo realizado en un período de tiempo. De esta forma, mientras más trabajo se efectúe por unidad de tiempo, mayor será la intensidad. El grado de intensidad puede medirse según el tipo de ejercicio. En los ejercicios de velocidad se miden en metros por segundos (m/s) o cantidad de minutos de realización de un movimiento. La intensidad de las actividades realizadas contra resistencia puede medirse en kilogramo (kg) o kilográmetro (kgm) (1 kg levantado a 1m contra la fuerza de gravedad), mientras que en los deportes de equipo, el ritmo de juego permite la valoración de la intensidad.

En el campo de la teoría del entrenamiento, se pueden distinguir dos tipos de intensidades:

1. La intensidad absoluta que resulta una medida del porcentaje del máximo individual necesario para efectuar el ejercicio.

2. La intensidad relativa que es la medida de la intensidad de una sesión de entrenamiento o microciclo dada la intensidad absoluta y el volumen total de trabajo realizado en ese período. 

Mientras más alta es la intensidad absoluta, menor será el volumen de trabajo de cualquier sesión de entrenamiento. En otras palabras, los estímulos de alta intensidad absoluta (>85 %de la máxima) no deben repetirse extensivamente en una sesión de entrenamiento. De forma similar, dichas sesiones deben alcanzar no más de 40% de la totalidad de sesiones por microciclos para emplear en las restantes sesiones una intensidad absoluta inferior


Densidad 

La frecuencia con la cual un atleta se somete a una serie de estímulos por unidad de tiempo se llama densidad de entrenamiento, por tanto, el término densidad se refiere a la relación expresada en tiempo entre las fases de trabajo y recuperación del entrenamiento. Una densidad adecuada garantiza la eficiencia del entrenamiento, impidiendo así que el atleta alcance un estado de fatiga crítica o incluso el agotamiento. Además, una densidad equilibrada puede llevar al logro de una relación óptima entre los estímulos de entrenamiento y la recuperación. El intervalo de reposo planificado entre dos estímulos de entrenamiento depende directamente de la intensidad y duración de cada estímulo, aunque los factores como el estado de entrenamiento atlético, la fase de entrenamiento y las especificidades del deporte también pueden considerarse. Los estímulos por encima del nivel submáximo de intensidad requieren de intervalos de descanso relativamente largos para facilitar la recuperación, ya que la exigencia impuesta al organismo es menor. 
Una forma objetiva que puede utilizarse para el cálculo del intervalo requerido de prueba es el ritmo cardíaco. Harre (1981) y Herberger (1977) indican que antes de aplicar un nuevo estímulo debe disminuir el ritmo cardíaco entre120 y 140 puls/min; por otra parte Harre (1981) propone una relación óptima de densidad entre el trabajo y el reposo. Según él, para el desarrollo de la resistencia, la densidad óptimas e encuentra entre 1:0.5 - 1:1. Así, una relación de 1:0.5 significa que el intervalo de reposo dura la mitad del intervalo de trabajo. Además, para el desarrollo de la resistencia, cuando se emplean estímulos de alta intensidad, la densidad es de 1:3 - 1:6, por tanto, el intervalo de reposo puede tener entre 3 y 6 veces la duración del intervalo de trabajo. La densidad también puede calcularse a través de otros parámetros. Así, la densidad relativa (DR) la cual se refiere al porcentaje del volumen de trabajo realizado por un atleta en comparación con el volumen total por sesión de entrenamiento puede calcularse mediante la ecuación:

DR = AV x 100 / RV

Donde: AV: representa el volumen absoluto o el volumen de entrena-miento realizado por un individuo
RV: se refiere al volumen relativo o la duración de una sesión de entrenamiento
  

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