martes, 4 de octubre de 2016

Sistema músculo esquelético

El  aparato locomotor es el conjunto de estructuras que permite a nuestro cuerpo realizar cualquier tipo de movimiento. El aparato locomotor está formado por el esqueleto o sistema óseo (huesos) y el sistema muscular (músculos). 

El Sistema óseo

El esqueleto o sistema óseo está formado por los  huesos, los cartílagos y las articulaciones. 
Los huesos son órganos duros y resistentes que forman el esqueleto. Los huesos tienen las siguientes funciones: dan forma al cuerpo, protegen algunos órganos vitales y permiten el movimiento gracias a los músculos que se unen a ellos a través de los tendones.

Según su forma los huesos pueden ser de tres tipos:

Huesos largos
Huesos cortos
Huesos planos

- Huesos largos: tienen forma alargada. Su parte media se denomina diáfisis y sus extremos epífisis. Actúan como palancas para el movimiento (Ej.: fémur, tibia, etc.). 

- Huesos cortos: son más o menos cúbicos (Ej.: vértebras, huesos de la muñeca, etc.). 

- Huesos planos: tienen forma aplanada. Actúan como protectores de órganos o para la inserción de 
músculos (Ej.: los huesos del cráneo). 

El esqueleto de un humano adulto está formado por 206 huesos. Algunos de los huesos del cuerpo humano que debes conocer son los que están señalados en la siguiente figura: 

Los huesos están unidos entre sí gracias a unas estructuras llamadas articulaciones. Hay que tener en cuenta que los huesos no son estructuras inmóviles, se mueven unos respecto a otros. Las articulaciones posibilitan el movimiento de los huesos. Dependiendo del grado de movimiento que permiten hay tres de articulaciones:

Articulaciones móviles
Articulaciones semimóviles
Articulaciones fijas

- Las articulaciones móviles son aquellas que permiten un movimiento amplio de los huesos (Ej.: las articulaciones de la rodilla, el codo, la cadera y el hombro).  

- Las articulaciones semimóviles son aquellas que permiten un movimiento escaso de los huesos (Ej.: las articulaciones que existen entre las vértebras que forman  la columna vertebral). 

- Las articulaciones fijas son aquellas que no permiten el movimiento de los huesos (Ej.: las articulaciones de los huesos del cráneo).Su función suele ser proteger los órganos internos a los que rodean.

Gracias a las articulaciones podemos movernos y nuestros órganos están protegidos.

Ligamentos y cartílagos

- Los ligamentos son unas tiras de tejido muy resistente que unen los huesos en las articulaciones móviles y semimóviles. Por ejemplo el húmero se une mediante un ligamento al radio y mediante otro ligamento al cúbito.

- Los cartílagos son piezas más blandas y elásticas que los huesos. Podemos encontrar cartílagos en las articulaciones (facilitando el movimiento de los huesos), en las orejas, en la nariz, en la tráquea, etc. 


El sistema muscular

Los músculos son órganos elásticos, es decir, se contraen y se relajan sin romperse. Los músculos están formados por células musculares  de forma alargada llamadas fibras musculares. 

Cuando los músculos se contraen se acortan y producen el movimiento de alguna parte del cuerpo.

La función principal de los músculos es mover las distintas partes del cuerpo apoyándose en los huesos. Para ello, los músculos están unidos a los huesos a través de un conjunto de fibras llamado tendón.

Por ejemplo el tendón del bíceps une el músculo con el radio, y el tendón del tríceps une el músculo con el cúbito.

Los músculos más importantes del cuerpo son los que están señalados en las siguientes figuras: 

Según su forma los músculos pueden ser de tres tipos:

- Músculos fusiformes
- Músculos orbiculares
- Músculos aplanados 

- Los músculos fusiformes tienen forma alargada. La mayoría de los músculos de las extremidades son músculos fusiformes (Ej.: bíceps, cuádriceps, abductores). 

- Los músculos orbiculares tienen forma de anillo y se encuentran rodeando orificios del cuerpo. (Ej.: músculos orbiculares de la boca).

- Los músculos aplanados tienen forma plana (Ej.: frontal, pectorales, abdominales). 


Según el movimiento que realizan los músculos pueden ser de dos tipos:

- Músculos voluntarios
- Músculos involuntarios 

- Los músculos voluntarios o esqueléticos son aquellos que se contraen de forma voluntaria, es decir, de forma consciente. Son los músculos que forman parte del aparato locomotor (Ej.: bíceps, tríceps, dorsal). Están adheridos a los huesos por tendones, parte no contráctil del músculo, pero muy firme y resistente.

- Los músculos involuntarios son aquellos que se contraen de forma involuntaria, es decir, se contraen sin que nos demos cuenta de ello. Estos músculos están presentes en los órganos internos de nuestro cuerpo (estómago, intestino, vasos sanguíneos, corazón, etc). Sin ellos, tendrías que decirle al corazón cuándo tiene que latir y a tu estómago cuando triturar la comida.
  
Como puedes darte cuenta, para lograr el movimiento, tanto el sistema óseo como el muscular trabajan en conjunto, pero ¿cómo se coordinan?

Para realizar los movimientos, el sistema nervioso analiza cada situación y coordina al sistema muscular. Esto sucede porque entre el cerebro y el resto del cuerpo hay una comunicación constante; cuando queremos mover parte de nuestro cuerpo, el cerebro  envía señales a los músculos, a través de los nervios, para que actúen.

Entonces, un simple movimiento involucra tres sistemas: óseo, muscular y nervioso. Al conjunto de los sistemas muscular y óseo se le llama aparato locomotor, y lo coordina el sistema nervioso.

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