Se caracteriza principalmente por períodos o hábitos incontrolados e impulsivos de ingesta de alimentos más allá de unos límites razonables.
Aunque los síntomas no incluyan la toma de purgantes pueden darse episodios esporádicos de ayuno o dietas seguidas de sentimientos de vergüenza o culpa. Las personas que comen compulsivamente suelen experimentar angustia y depresión que, a su vez, den paso a periodos de excesos en la comida.
El peso corporal puede variar de normal a la obesidad leve, moderada o grave.
Otros trastornos alimentarios pueden incluir una combinación de los signos y síntomas
de la anorexia, la bulimia y / o trastorno por atracón. Aunque estos comportamientos no pueden ser clínicamente considerados como un síndrome de desorden de alimentación, pueden representar un peligro físico y emocional para la persona con estos comportamientos y, de repetirse, quizá precisen de la ayuda de un profesional.
Se trata pues de trastornos en los que las víctimas sufren graves perturbaciones en sus comportamientos alimenticios relativos a pensamientos y emociones, así como cambios en su peso. A menudo, suelen presentarse entre edades comprendidas entre los12 a35 años y, por lo general, se traducen en dos principales trastornos: anorexia y bulimia, además de otros trastornos entre los que se contempla el trastorno por excesivo apetito.
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